
«Empiezo construyendo relaciones con los otros residentes y escuchando sus preocupaciones antes de que yo los invite a una reunión,» dice Ana sobre su filosofía de organizar a la comunidad.Las autoridades han tomado nota. ¿Y el resultado? Treinta faros de luz han sido instalados para mejorar la seguridad del vecindario. «Empiezo construyendo relaciones con los otros residentes y escuchando sus preocupaciones antes de que yo los invite a una reunión,» dice Ana sobre su filosofía de organizar a la comunidad. Las madres se reúnen semanalmente en la biblioteca para hablar sobre sus metas para mejorar la seguridad de los peatones y el servicio de autobuses. Traen a sus hijos a las reuniones, las conversaciones son en español, y la comida es siempre en abundancia. Mientras que muchos no hablan inglés, el idioma nunca ha sido una barrera para su desarrollo como líderes. Un papel clave para Ana y otros organizadores de la comunidad es proporcionar interpretación a fin de que todas las voces sean escuchadas.
«Cuando el Ayuntamiento aprobó por unanimidad el Plan, sentí que todas las reuniones y llamadas telefónicas habían valido la pena,» dice Ana.Entre sus logros, el grupo abogó por los cruces peatonales más seguros en las calles, alumbrado público y una mejor aplicación de las leyes de tránsito como parte del Plan de Gestión de Tráfico de Santa Bárbara. «Cuando el Ayuntamiento aprobó por unanimidad el Plan, sentí que todas las reuniones y llamadas telefónicas habían valido la pena,» dice Ana.